#familia #niñez #diadelniño En el mes de la niñez les compartimos información sobre cómo favorecer el desarrollo cerebral de nuestros hijos. Como padres buscamos darles lo mejor a nuestros hijos. Una buena educación, alimentación saludable y un desarrollo emocional adecuado, son las primeras variables que vienen a nuestra mente cuando se trata de cuidarlos. Los primeros años de nuestros hijos son esenciales para su desarrollo vital. Gran parte de esto es porque la genética y las experiencias con el contexto perfilan la arquitectura del cerebro y diseñarán gran parte de su comportamiento (Organización de los Estados Americanos, 2010) ¿Qué entendemos sobre el desarrollo cerebral? ¿Cómo podemos facilitarlo desde nuestra cotidianidad? “El cerebro del niño comienza a desarrollarse apenas pocos días después de la concepción. Una inmensa porción del crecimiento cerebral tiene lugar antes del nacimiento del niño, primero mediante la abundante creación de neuronas y luego mediante las numerosas conexiones axónicas que se forman entre ellas. Justo antes de nacer y durante el primer año de vida se constituyen los sistemas y caminos cerebrales, a medida que van sobreviviendo las neuronas frecuentemente activas y van muriendo las neuronas activadas con menor frecuencia.” (Oates et al., 2012, p21) Después del nacimiento, el cerebro de nuestros hijos y sus conexiones neuronales continúan creciendo y desarrollándose. Esto implica cambios en su conducta, aprendizaje y la forma en cómo se conecta con nosotros y con el mundo. 4 aferencias que favorecen dicho proceso:Estímulos visuales: Los bebés utilizan los ojos para explorar el mundo desde el momento en que nacen, incluso antes de ser capaces de usar las manos o las piernas para agarrar cosas o gatear. A pesar de esto, la vista es uno de los sentidos menos desarrollados al nacer. Los bebés deben aprender a ver, de manera muy parecida al modo en que aprenden a caminar o hablar. Para que esto suceda, los bebés necesitan estímulos visuales. El juego junto a sus padres y la utilización de juguetes con diferentes colores, especialmente utilizando contraste y complementarios son una excelente estimulación para el sistema cerebral y sobre todo para la construcción del vínculo en forma temprana. Estímulos auditivos: La comunicación familiar es un factor clave porque permite la adquisición del lenguaje y el desarrollo emocional de los niños. Estimular la formación de palabras, llamar a las cosas por su nombre y corregirlos amorosamente cuando no salen algunos términos complementará la adquisición de una fluidez verbal en la vida adulta. La buena alimentación: Esta es una variable crucial ya que no sólo favorece el desarrollo neuronal sino que además influye en la salud integral. Una alimentación balanceada incluye la diversidad, el control de la cantidad durante las ingestas y sobre todo, el desafío de evitar el exceso de “comida chatarra”. Cuanto más procesada sea la alimentación, menos natural será el proceso alimenticio. Por tal motivo, prestar atención a lo que comemos como familia puede implicar romper con hábitos dañinos aprendidos y heredados. Inteligencia Emocional:Entendemos por esto al conjunto de habilidades que una persona adquiere por nacimiento o aprende durante su vida, en el cual se destaca la empatía, la motivación de uno mismo, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo saludable de emociones. Tener la capacidad de pensar en voz alta, de expresarnos sin sufrir las consecuencias de ser juzgado o criticados es una capacidad indispensable para cada hogar si deseamos que nuestros hijos crezcan emocionalmente sanos. Responder asertivamente ante el conflicto, aprender a manifestar nuestras emociones y canalizarlas adecuadamente para no lastimar los vínculos, son actitudes que deben aprenderse y sobre todo enseñarse. Como padres tenemos la oportunidad y el desafío de cuidar el corazón de nuestros hijos y favorecer su desarrollo emocional. Esto impactará en el desempeño de otras áreas y campos futuros y es algo que debemos trabajarlo desde que son pequeños. Estas 4 aferencias pueden gestarse mediante el juego Es importante crear escenarios a partir de la ejecución cotidiana de actividades recreativas, utilizando diversos juegos y juguetes que brinden la estimulación necesaria para favorecer además del desarrollo cognitivo y sensorio motor, una serie de habilidades sociales que impactarán sin duda en el desarrollo integral de nuestros hijos. ¡Jugar en familia, hace la diferencia! Bibliografía
Oates, J., Karmiloff-Smith, A., & H. Johnson, M. (2012). ¿Qué es lo que se desarrolla? In El cerebro en desarrollo (Vol. 7, p. 21). The Open University. Organización de los Estados Americanos (Ed.). (2010). PRIMERA INFANCIA: UNA MIRADA DESDE LA NEUROEDUCACIÓN. OEA/OEC. |
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Septiembre 2024
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