El propósito de la rehabilitación va más allá de recuperar la movilidad perdida. Mover el brazo, caminar, mantener un adecuado control postural son objetivos de un típico tratamiento. Objetivos incompletos si no logramos conectarlos con la vida de los pacientes. No basta con mover una mano, la intervención debe incluir un elemento clave: La Funcionalidad. Recuperar las funciones garantiza la independencia y calidad de vida en las personas. Es por esto que los abordajes deben apuntar a lograr que las personas vuelvan a realizar sus actividades diarias, laborales y educacionales como venían haciéndolo. Las Actividades de la Vida Diaria, AVD como se las suelen llamar, son las actividades orientadas al cuidado del propio cuerpo y son completadas en forma rutinaria por las personas (adaptado de Rogers y Holm, 1994). Podemos mencionar algunas consideradas como básicas: la alimentación, el vestido, la higiene, la movilidad en el hogar y otras mucho más complejas, como por ejemplo: la crianza de niños, la movilidad en la comunidad, la preparación de la comida y la limpieza, realizar compras, etc. Como vemos, el ámbito de la rehabilitación ya no es sólo el consultorio o el gimnasio. Ahora se incluyen escenarios especiales como la casa, el barrio, la escuela. Estos contextos, por cierto más desafiantes, hacen imperioso el desarrollo de destrezas a fin de ganar la autonomía tan ansiada. No hay nada más gratificante que escuchar a nuestros pacientes decir:
Estas actividades, si bien se trabajan enfáticamente desde el Área de Terapia Ocupacional, deben plantearse en forma interdisciplinaria. Si un paciente tiene una Afasia de Expresión como secuela de ACV, además de presentar dificultades en la comunicación puede tener problemas vinculados a la deglución. Terapia Ocupacional, Fonoaudiología y Neurología son tres áreas que confluyen en cada abordaje. Siempre se busca alcanzar el máximo nivel de recuperación y para hacer frente a las limitaciones propias de cada evolución se requiere la intervención de los Productos de Apoyo. Producto de Apoyo se define en la norma UNE-EN ISO 9999 como: Cualquier producto (incluyendo dispositivos, equipo, instrumentos y software) fabricado especialmente o disponible en el mercado, utilizado por o para personas con discapacidad destinado a facilitar la participación, proteger, apoyar, entrenar, medir o sustituir funciones/estructuras corporales y actividades; o prevenir deficiencias, limitaciones en la actividad o restricciones en la participación. Esta definición supone la actualización del término teniendo en cuenta los conceptos y la filosofía de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF), redactada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otro lado, "Productos de Apoyo" sustituye al término "Ayudas Técnicas" ya desde la versión de la norma publicada en 2007. Para saber más, puede visitar CIAPAT (Centro Iberoamericano de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas), dependiente de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) En INAR sabemos del impacto que tiene un adecuado desempeño de AVD en nuestros pacientes y su familia trabajando día a día para lograr la máxima recuperación.
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Septiembre 2024
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